Al comenzar la reforma de estas tres viviendas e iniciar las obras de derribo de los falsos techos, nos encontramos unas vigas de madera centenarias las cuales estaban en muy mal estado y además tenían un largada inusual.
Se planteó una solución de refuerzo muy acertada, eso permitió hacer con el mismo espacio unos pisos más luminosos y mejor aprovechados.